Vision Nítida
Equilibrio Emocional
Autoconocimiento
Energía
Relajación
El funcionamiento de nuestro sistema visual da como resultado una visión, que puede ser borrosa, nítida, cansada, relajada…, y esta visión define la manera en que vemos la vida y nos desenvolvemos en ella.
Esto es igual a la inversa, la manera en que vemos la vida, borrosa, nítida, estresada, relajada…, define el funcionamiento de nuestro sistema visual.
El proceso de acompañamiento que ofrecemos desde Tu Caminar Visual, puede iniciarse por una visión borrosa o por una visión de vida borrosa. Ambos inicios, nos llevarán a conseguir una visión naturalmente nítida en todos los sentidos.
Si tu punto de partida es una visión borrosa, unos ojos cansados, una abrumadora cantidad de horas de trabajo frente a pantallas…, iniciaremos tu mejora con ejercicios de terapia visual para tonificar la musculatura que rodea los globos oculares, instaurar buenos hábitos visuales, conseguir mejorar el rendimiento integral de tu sistema visual…
A medida que se trabaje este aspecto físico y recabemos información, trabajaremos también en la parte mental de la visión.
Por otro lado, si tu punto de partida es una visión de vida estresada, te acompañaré en el proceso de autoconocimiento de tu psique a través del estudio de tu sistema visual, para conseguir un equilibrio emocional que clarifique tu vida y tu visión. Una regulación de tu sistema nervioso autónomo que te ayudará a situarte en el mundo de una manera más sana.
Así, cuando trabajamos en pos de una visión más clara, de una visión nítida, de una visión de vida más consciente y plena, comenzamos a caminar hacia nuestro propio autoconocimiento.
Esto es así entre otros motivos, porque más del 80% de la información que llega a nuestro cerebro, lo hace a través de la vía sensorial visual, la cual tiene implicaciones con más de 35 áreas cerebrales diferentes. Y es con información visual, que se generan gran parte de los archivos de memoria que empezamos a almacenar desde nuestra gestación.
Esta implicación tan elevada del sistema visual en tantas áreas cerebrales, significa que nuestra psique se desarrolla con una influencia enorme por parte de los registros del sistema visual.
Por lo tanto, el conocimiento de nuestras vías visuales, de cómo trabajan, nos abre una puerta a nuestro inconsciente, que podemos utilizar para nuestro autoconocimiento.
En el momento en que empezamos a trabajar nuestra mejora visual, trabajamos la manera en la que vemos e interpretamos el mundo que nos rodea, lo que conlleva, la manera en la que nos situamos en el mundo.
Éste es un proceso de autoconocimiento, que nos facilita herramientas con las que generar espacios de relajación y escucha de las demandas de nuestro sistema visual.
Unas demandas cada vez mayores, puesto que nuestro nivel de exigencia hacia él, debido, en gran medida, al uso continuado de pantallas durante largas horas, está generando un cansancio o fatiga visuales que pueden provocar a corto, medio y largo plazo, consecuencias, como aumento y/o aparición de graduaciones (miopía, hipermetropía y astigmatismo), fatiga visual, problemas de visión binocular (dolores de cabeza, ojos rojos, mareos) e incluso patologías oculares.
Si escuchamos y sabemos atender a las demandas de nuestro sistema visual para mejorar sus capacidades, estaremos generando un mayor equilibrio emocional, una sana regulación de nuestros sistema nervioso autónomo y por lo tanto, una mayor energía en nosotr@s.